Juan en el Paraíso

lunes, abril 02, 2007

STV



A riesgo de auto plagiarme y volver a contar lo que ya dije en otro lugar, hace ya tantos años me limitaré a reflexionar sobre este último tiempo. Y si... la noción del tiempo es relativa y muchas veces los días parecen semanas, las semanas meses y los meses años. En otras ocasiones las horas parecen segundos y no hay mayor muestra que eso para saber que uno la esta pasando muy bien. Eso es lo que a menudo me ocurre cuando estoy con vos.
Todas las mañanas me cuesta mucho levantarme para ir a trabajar, todo es fatal: el colectivo, el tráfico, la lluvia. Pero cuando arribo a la BN y llego a nuestra nueva oficinita y veo que ya llegaste luego de una mañana agitada tras los pasos de Lore. Cuando llega Ev y muy gentilmente mientras trabajamos en la computadora, nos preparás un capuchino a la italiana. En esos momentos me gustaría que todo se detenga: Ahí mismo, en ese momento. Eso es lo que me hace disfrutar de la vida, ese instante en el que haces chistes sobre la lentitud de las maquinas o nos reímos de viejas anécdotas o cuando pasas revista a las actividades del fin de semana. En esos momentos es cuando veo por qué te quiero tanto y ahí me doy cuenta que hice bien en mandar ese cv hace dos años. Sabés que soy un empleado terminal y que tal vez toda esta ceremonia matutina se esfume muy pronto, pero como dijo alguien muy querido en otra parte (y si voy a plagiarlo) haberte conocido en esta etapa de mi vida, tan importante, es algo que ni HG ni el Gordo F. van a poder sacarme. Por más que me vaya de la BN y por más que nuestros encuentros a cenar sean una vez por mes, cada dos meses, una vez por año o nunca más. Por más que dejemos de vernos, hay cosas que pertenecen a nuestra memoria compartida y te lo digo yo que soy un solitario chinchudo inmejorable, que muchas veces estoy pensativo y me acuerdo de algún comentario tuyo y me sonrio, se me infla el pecho de una extraña sensación que mezcla emoción, nostalgia y felicidad.
En las inmediaciones de tu nueva edad deseo que tengas más de lo que das, que se multipliquen todas tus oportunidades y tus alegrías, que se resten los malos humores, las inseguridades y los sufrimientos y que a modo de desafío queden tus sueños y anhelos para que puedas alcanzarlos todos. Cree las palabras de este joven impertinente, chinchudo, medievalista berreta y molesto parlanchin que te quiere un montón. Un saludo querido STV.

1 Comments:

  • At 12:59 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Hola Juani, muchas gracias por tu mail y por el posteo. Es inevitable, para mi, pensar que es desmesurado.
    Más allá de lo que ocurra en un futuro, coincido con vos.
    El manaña nunca sabe.

    stv

     

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