Juan en el Paraíso

miércoles, diciembre 26, 2007

Photologia

La fotografía siempre me resultó indispensable, quizá esta patológica necesidad este originada en mi constante y petrificante miedo a olvidar paulatinamente distintas secciones o momentos de mi vida. La iconografía de la memoria nos permite evocar momentos del pasado que uno creyó haber olvidado, que efectivamente olvido, o que sencilla y sobrenaturalmente creyó haber vivido contrariamente a las pruebas de la realidad.
Fotografiamos el mundo para poder detenerlo en un tiempo, en un momento determinado que se vuelve necesario conservar. Muchas veces me he encontrado ante la necesidad de querer captar cada instante de la caída de la lluvia desde la ventana de mi casa, o del caminito de hormigas que se forma al borde del cordón de la calle. Al disparo numero ochenta, uno advierte que no puede congelar el tiempo, la totalidad de ese movimiento cínicamente repetitivo como el caer de un aguacero o el obrar proletario de los insectos no puede suspenderse de una sola vez, son distintos mirco-momentos los que la lente de nuestras cámaras pueden tomar. Tres, cincuenta o cien mil fotos no pueden representar el caudaloso curso del Nilo, pero si pueden mostrarnos tres, cincuenta o cien mil instancias de ese río.
Así me siento cuando me pongo a buscar fotos viejas. La foto nos indica un momento aleatorio en donde todo se suspendió. Lo interesante es que a su vez las fotos constituyen una ficción, porque nunca sabemos con exactitud si el que las compila no busca orientar un significado subyacente a la selección de fotos que ha llevado adelante. Las fotos tampoco tienen marcas de autoría, no al menos las fotos familiares y cotidianas, podemos reconocer a Man Ray, pero ¿era el mismo cuando hacia sus fotos artísticas que cuando congelaba a algún familiar desorbitado? No tengo la menor idea, no conozco nada de la vida de Man Ray y tan solo algunos íconos desperdigados por el Google de su obra fotográfica.
Nadie sabe muchas veces quién sacó una foto a algún familiar muerto, o en qué momento justo del desarrollo embrionario estábamos nosotros cuando otra persona decidió inmortalizar a nuestros padres besándose en una primavera lluviosa. Contrariando al viejo Benjamín, las fotos tienen un sentido ritual, en tanto que cada año que pasa, me cuesta cada vez más tener presentes los rostros de aquellos familiares que han muerto. Sus caras persisten en diferentes fotos que indican, en lo sucesivo, distintos grados de madurez, cambios en la moda y el look. Ese arco diacrónico que marca los distintos sujetos disecados en cada foto, en cada momento que nada tiene que ver ya con los cadáveres depositados hace años en los cementerios. A veces pienso que nuestra mente es un cajón de fotografías y de imágenes que se asocian a los sentimientos, momentos y sensaciones. Esto no parece tan descabellado porque mientras construía mi propio sistema de recuerdos icónicos (que a continuación presento), miré unas fotos de mi abuela muerta y al mirarla recordé su piel arrugada sobre mi cara cuando me abrazaba, y ella se murió hace doce años.
La fotografía no solo congela un tiempo y un momento, sino también una serie de sensaciones y cuestiones que nuestra mente deposita en algún recoveco que buscará una asociación en algún futuro (distante o no) para no olvidar una parte de la historia que nos ha toca protagonizar.




[La Madelaine-Buenos Aires-Octubre de 2006-Fernanda, Alexis y Roxana] [Cuando la conocí a Fer, ella era mi profesora de Literatura en el secundario. Nunca creí que una sola persona pudiera cambiar mi vida por completo pero así fue. Sus clases despertaron mi interés por la literatura y en particular por la España medieval. Creo que me anoté en Letras gracias a su maravillosa influencia. Ahora años después seguimos siendo grandes amigos a pesar que hace ya cuatro años que vive en Suiza]


[Buenos Aires-Agosto de 2005-Eleonora y Yo en su cumpleaños] [Ele es una de las personas más importante en mi vida. Nos conocimos trabajando en la Biblioteca y empezamos a hablar a raíz de Leonor de Aquitania. A partir de allí nos hicimos muy amigos. Después nos peleamos y luego recompusimos la relación. Ella es una parte importante de muchas de mis investigaciones e intereses. Es una de las personas con quien mejor me relaciono a la hora de trabajar. Ediciones criticas, proyectos de investigación y cursos de literatura argentina. Somos una pareja infalible, como una especie de Carlos Altamirano y Beatriz Sarlo. Nuestro matrimonio intelectual y afectivo son los faros de nuestro camino. Estoy muy feliz de haber empezado este año agonizante con nuestro reencuentro]

[Buenos Aires-Julio de 2006-Evelyn una noche de fiesta en su casa] Mi nietzscheana favorita. Me resultó incomprensible desde el primer momento y debo decir que no la entendía. El paso del tiempo nos hizo darnos cuenta de que teníamos mas en común de lo que creíamos. Su lenguaje estrafalario y su sentido del humor entre absurdo y trágico es un condimento maravilloso. La quiero infinitamente. Es mi diva personal

[Buenos Aires-Mi papá a los tres años][Siempre que mi papá esta concentrado mirando algo, o entretenido con alguna manualidad pone una cara seria, como esta. Tal vez se quedó mirando pasmoso a una persona que con un objeto extraño intentaba retratarlo. Si hubiera escrito un libro y si en lugar de tener tres años tuviera 23 o 33 o la edad que se supone debe tener un escritor para ser consagrado, esta foto figuraría en la solapa del texto]



[Quequén- Febrero de 1990-Yo leyendo el diario en el jardín de casa] [Ya a los seis años me sentaba muy plácidamente a leer. La lectura del diario es un habito que he perdido con los años. Recuerdo ahora mientras miro la foto que en otra sección del jardín mis primos jugaban a la pelota. Evidentemente nunca fui bueno en los deportes, lo mio siempre fue la lectura]

[Buenos Aires-Diciembre de 2005-Roxana, Yo y Brenda en el Congreso de Estudiantes de Letras] [Conocí a Roxana cuando me cambie de colegio y como decía Victoria Ocampo: "por una de esas casualidades que son lo contrario a la casualidad" ella resultó ser la prima de una amiga del otro colegio. La literatura no es su metier pero es muy buena amiga, especialmente teniendo en cuenta que esa tarde hable una hora sobre Merlín en la Edad Media. Brenda en cambio es una hábil lectora y brillante escritora. Es la novia de mi amigo Alexis que estudiaba Edición hasta que la "lleve al lado oscuro" y se cambió a Letras. De ahí que me haya ganado mi apodo de magister-tri. Es una de las personas mas jóvenes y brillantes que conozco y siempre me honra con su amistad.

[Buenos Aires-Noviembre de 1987-Casa de mi abuela- Yo con mi mamá] [Muchas veces tengo ganas de ir corriendo a abrazar a mi mamá, para que me haga olvidar de los problemas. Cuando me bocharon en Gramática, cuando cambie de trabajo o cuando estaba preocupado por mi vida en general, me hubiese gustado poder emular a ese yo chiquito y poder haberla abrazado para que me salve de todo. Sin embargo, muchas veces me abraza aun ahora que le llevo como una cabeza de altura. Las madres son así, nunca se resignan y en el fondo eso es muy bueno]



[Buenos Aires-Diciembre de 2005-Nico, Laura y Yo tomando un cafe en Vivace] Conocí a Lauri en la facultad. Hicimos juntos las primeras materias(Gramática y Teoría). Ella y Anita parecían conocerse de antes y yo estaba bastante solo en ese siniestro práctico de los jueves. Cada vez que las escuchaba hablar me moría de ganas de intervenir. No puedo recordar como fue que empezamos a hablar y a cuento de que. Desde ese momento somos amigos. Laura es una mujer muy sensible, pero también una gran luchadora. Yo tengo una fe casi ciega en el triunfo y aporte de sus investigaciones. Algo que adoro de ella son sus infaltables detalles. Cada vez que me invita a su casa compra para mi unos sanwiches de queso solo y una 7-Up porque sabe que a mi me gusta eso. También me hace la pizza de muzzarella sin tomate es un sol, siempre muy detallista y con un gran humor. A Nico lo conocí mas o menos en la misma época, al principio no lo soportaba me parecía un pesimista imposible, pero como las mentiras que emplean los jugadores de naipes, la farsa no duró mucho. Detrás de esa cara de misántropo se escondía un chico muy sensible y francamente inteligentisimo. Me cuesta creer muchas veces el volumen de lecturas y análisis que este muchacho lleva a cuestas. Él y Laura salen desde hace unos años y en verdad son para mi una de las posibles entradas léxicas de la palabra AMOR.



[Buenos Aires- Navidad de 1986-Con mi abuela Dora en su casa] Mi abuela Dora siempre ha sido un ejemplo de fortaleza. Había nacido en Italia en Ascoli y habiendo perdido a la mayoría de sus hermanos en la guerra no dudó en venir con su esposo a la Argentina. Amaba este país mas que un nativo, quizá yo no pude heredar algo de su amor por esta tierra que según decía le había dado todo. Muchas veces mi papá me refirió las horas que pasaba llorando frente a la televisión cuando se había desatado la guerra de Malvinas: "Yo vine a este país para que mis hijos no tuvieran que sufrir las guerras que yo tuve que pasar" Sufrió mucho en su vida, pero siempre fue un ser amoroso. Al día de hoy trato de recordarla cocinando los domingos sus maravillosas pastas, o tratando de enseñarme algo de Italiano. La extraño mucho. Extraño sus abrazos, sus sensibilidad y también las veces que te discutía a muerte que cualquier cosa italiana era mejor que la de cualquier otro país. Algo que siempre voy a recordar es su imposibilidad para decir "heladera", lo intentaba pero terminaba siempre diciendo "hiladera". Se fue en el '96 pero siempre la recuerdo, espero que de donde este me siga de cerca los pasos y que siempre me cuide.


[Buenos Aires-S/F-Mi papá en la casa de sus tíos] [Si mi papa hubiera sabido que tantas veces sus habilidades en el manejo lo esclavizarían, se hubiese bajado de ese Sulky. "Papá, ¿Me llevas a la Biblioteca que llego tarde?", "¿No me alcanzas a la Facultad?" "¡Che! llevame al medico por favor".


[Buenos Aires-Diciembre de 2005-Ceci en su anterior casa] [Conocí a Ceci en el altar de la Santa Rosa de Lima una mañana de Junio cagados de frío . Estábamos ahí en una clase sobre arte bizantino de Plástica II. Nos vimos y nos encontramos charlando casi sin darnos cuenta. Volví a ver a esta pequeñita desconocida mientras esperaba a Nora en la puerta del aula, ella (la anónima del altar) levataba su mano desde la primera fila del aula de al lado para saludarme. La facultad es asi, los pasillos son como una tarde en Behirut. Lo mas sorprendente fué a las dos semanas encontrarla trabajando en la Biblioteca conmigo. De alli en más es largo de contar, pero Ceci es la sintesis del humor, la intelgencia, el compromiso social a partir de la intervencion en el campo del arte. Me ama y la amo, los dos sabemos eso y coincidiendo con los deseos de su amdre si otra fuese la situacion administrativa de mi vida, me casaría con ella y la llevaría a recorrer el mundo entre museos, risas, teatro y muchos abrazos.



[Quequén-Verano de 1987] [Elegí esta foto porque me gustó el modo en el que estaba sonriendo. No recuerdo por que me estaba riendo. Pero eso me hizo acordar a como era yo hace muchos años. Tal vez haya que hacer como dice Leo García, reírse mas. Dejar que el dolor se vaya y conectarse con ese niño que algunas vez fui. Como dice Marguerite Yourcenar en su autobiografía: “Estos fragmentos de hechos que creo conocer son, sin embargo, entre aquella niña y yo, la única pasarela transitable; son asimismo el único salvavidas que nos sostiene a ambas sobre le mar del tiempo. Y ahora que me pongo aquí a rellenar las juntas que las separan, lo hago con curiosidad, para ver lo que dará su ensambladura: la imagen de una persona y de algunas otras, de un medio, de un paraje o bien, aquí y allá, una momentánea escapada sobre lo que no tiene nombre, ni forma.”